CIUDAD DEL ROCK

FOTOS DEL CONCIERTODurante 4 días Montilla ha encabezado titulares de prensa y noticiarios radiofónicos en medios de comunicación de todo el país. La presencia de músicos, productores discográficos y periodistas la ha convertido, con todas las de la ley, en una Ciudad del Rock. El octavo premio nacional al mérito rockero, organizado por La Abuela Rock, ha tenido una extraordinaria resonancia. Aquí, en un foro vivo de debate, se ha hablado sobre cultura juvenil, se han presentado libros (Vinilos del rock, de Javier Memba, y “Chapa”, Historia de Una Etiqueta, de Mariano Muniesa) y se ha rendido homenaje a la música de la Transición por medio de cuatro grupos – Bloque, Mezquita, Asfalto y Obus – que surgieron y triunfaron en aquellos difíciles y decisivos años. El mentor de todos ellos, el incombustible periodista y promotor discográfico Vicente “Mariscal” Romero, recibió el reconocimiento en nombre de los artistas que cobijó. La ya célebre y codiciada guitarra en bronce modelada por el artista Juan Arrabal es para él (no se cansó de repetirlo con la emoción a flor de piel) la mejor recompensa por tanto tiempo, 35 años, de indeclinable entrega al rock.
Fue en una noche, hostigada por la lluvia y el frío que, sin embargo, congregó a cerca de 1300 personas en las Naves Municipales de Usos Múltiples.
Abrió el histórico concierto Telúrico, un grupo local de formación muy cambiante en los últimos 10 años. El rock progresivo es lo suyo, y lo hacen con solidez con un planteamiento de 4 miembros: Guitarra, bajo, batería, saxo y flauta. Estuvieron casi 40 minutos sobre el escenario logrando una buena acogida. Le siguieron Bloque, unos de los más esperados de la noche. Los de Santander, liderados por Juanjo Respuela y Juan Carlos Gutiérrez (supervivientes del cuadro original), dejaron su inconfundible impronta con un repertorio de poco más de una hora escogido de sus cuatro primeros discos: Sonaron piezas clásicas como Undécimo poder, Abelardo y Eloisa, El Hijo del Alba y La Danza del Agua. Se dejaron en la mochila – no siempre se puede contentar a todos – La libre creación, contenida en su primer y deslumbrante lp y con la que muchos nos enganchamos a ellos.
Tras unos minutos para arrimarnos a la barra y departir con viejos conocidos, allí estaban Mezquita con Randy y José Rafa alternándose en las voces. Poderosos y como si no hubiera pasado el tiempo, despacharon una sugerente intro para ponernos en situación y, sin demora, ya estaban atacando Arabuza. De su primer y codiciado primer long play (lo tocaron completo excepto Obertura en si bemol) pusieron nota muy alta con El Bizco de los patios y, cómo no, Recuerdos de mi Tierra. Pero no se olvidaron de Califas del rock, su segunda grabación de la que rescataron cuatro temas: La montaña y la ciudad, Así soy yo, Mente del subconsciente y Resaca del Amanecer.
Aclamados por el público, se quedaron con ganas de seguir, pero había que cumplir horarios y Asfalto ya estaba listo para subir.
El legendario grupo madrileño basó su actuación en gran parte del contenido de Al fin Vivos, su reciente obra en directo. 14 de las 17 canciones de su recital de Montilla pueden escucharse en esa grabación, aunque en un orden diferente. Julio y Raúl Santana, estupendo guitarra y cantante de larga trayectoria (empezó en la Orquesta Alcatraz y ha estado en mil batallas), se repartieron la parte vocal. Consiguieron un buen sonido y, pese a que a algunos se les hizo algo largo, lograron emocionar con composiciones que nunca fallan: Rocinante, Días de Esvuela, Ser Urbano y Capitán Trueno, todas de su primer e insuperable debut.
Estuvieron hora y media, bastante más de lo que estaba inicialmente acordado, lo que, unido a la complejidad técnica del montaje de Obus, acarreó algo de retraso a la salida de Portu y los suyos. Jaleados por Oscar, el garganta de Lujuria, que no se perdió las jornadas, aquello tronó para empezar con una provocativa declaración de principios: ¡Corre, mamón!. Después otras 16 explosiones más, incluidas las novedosas ¡Callate! y, por supuesto, las infalibles La Raya, Dinero, Dinero, La moto, Vamos muy bien y Prepárate, indestructibles clásicos que pusieron patas arriba el auditorio.